No es un secreto que los que está sucediendo en la frontera sur de Estados Unidos, se le ha ido de las manos a la administración del presidente Joe Biden.
En el año fiscal que terminó en octubre 2022, el Departamento de Control de Aduanas y Fronteras reportó que 2,76 millones de personas cruzaron ilegalmente la frontera sur hacia Estados Unidos.
A partir del próximo 21 de diciembre, fecha en que queda suspendida la aplicación del Título 42; que permite a las autoridades de inmigración deportar a México, a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera para solicitar asilo, se espera que se duplique la cifra inmigrantes, a partir de esa fecha.
El Titulo 42 del Codigo de Estados Unidos, no es nada nuevo, es una claúsula de la Ley de Servicios de Salud Publica que data del 1944 que permite a las autoridades sanitarias de Estados Unidos denegar la entrada de personas al país, para evitar la propagación de enfermedades.
La ley, entró en vigencia nuevamente en marzo 2020, con motivo de la epidemia del COVID-19 que azotó el país.
Aunque mucho se habla del flujo de la inmigración ilegal por la frontera de México con Estados Unidos, poca referencia se hace al origen y causa de esta avalancha por entrar al país.
Si repasamos la historia, veremos que este estampida migratoria en nuestros tiempos modernos comenzó en 1959 con el éxodo masivo de cubanos que al arribo del gobierno comunista de Fidel Castro, abandonaban el país en busca de democracia, cuyo principal destino era los Estados Unidos.
A medida que la represión cobraba fuerza en Cuba subsiguientes oleadas masivas de cubanos llegaron a la Florida para solicitar asilo político.
Con la propagación de las guerrillas en la década de los años 60 y 70, alentadas por el sistema comunista de Cuba, la América Central se vio convulsionada por las guerras civiles auspiciadas por la izquierda procedente de Cuba.
Así fueron sucumbiendo ante la orbita socialista del modelo cubano, primero Nicaragua, Venezuela, Ecuador, y poco a poco se han ido sumando países.
Lo que estamos viendo en la frontera es algo premeditado por la izquierda, a la que ahora se le ha sumado el tarco tráfico.
Mientras las administraciones tanto demócratas como republicanas, sigan congraciándose con los dictadores de turno de la izquierda y no tomen una medida drástica y mientras sigan alimentando a los gobiernos corruptos de la América Latina, seguirán las caravanas de inmigrantes tratando de entrar ilegalmente a Estados Unidos.
El eje del mal migratoria, está en Cuba.
Mirta Luaces
Editor
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