Desde que comenzaron las caravanas de éxodos de inmigrantes ilegales procedentes de América Central y America del Sur, hacia los Estados Unidos, bajo la política de puertas abiertas de la actual administración de la Casa Blanca, no han cesado los problemas y la crisis ya se ha ido de las manos.
La Oficina de Aduanas y Control de las Fronteras de Estados Unidos reportó que durante el año fiscal 2022, 2,38 millones de inmigrantes ilegales, entraron a Estados Unidos por la frontera sur, lo que ha creado el desafío migratorio más grande después de la Segunda Guerra Mundial, imponiendo una carga en los servicios públicos de los estados afectados por la llegada de los inmigrantes ilegales.
Claro que los que defienden estas políticas de puerta abiertas, argumentan que los Estados Unidos tienen la obligación de ayudar a los que vienen en busca del sueño americano y de una mejor vida, que en sus países de orígenes no puedan obtener.
Por el contrario aquellos que están a favor de la inmigración legal, alegan que los que quieren emigrar legalmente a Estados Unidos, se ven forzados a esperar por los trámites pertinentes, mientras los que atraviesan la frontera sur se le permite la entrada libremente sin documentos, vacunas o récords médicos.
El desatino de la apertura de las fronteras, ha creado una crisis con la que la administración del presidente Biden no contaba, al cabo de dos años del flujo de inmigrantes ilegales, ahora buscan desesperadamente soluciones al problema que no tiene fin.
El 5 de enero la medida de la administración Biden, en otorgar 30,000 visas para los migrantes procedentes de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela, ha sido una solución temporal al problema y un control, que podría poner fin a la inmigración ilegal por la frontera sur.
La implementación de la Orden de Salud Pública del Título 42 de los Centros para el Control y la Prevención para Enfermedades que terminará el 11 de mayo 2023, permitía que por razones sanitarias, las personas sin autorización para entrar a Estados Unidos fueran deportadas, ahora el gobierno frente a la crisis que ellos mismos han creado, anuncian una nueva propuesta cuando finalice el Titulo 42.
El Departamento de Justica y el Departamento de Seguridad Nacional han tomado la medida temporal que prohíbe a los inmigrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos y México, soliciten asilo, si no han intentado solicitarlo en otro país a lo largo del camino, o sea que al fin se han dado cuenta del fracaso de las políticas migratorias.
Nada que donde digo, digo, quiero decir Diego
Mirta Luaces
Editor
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