Aunque la Real Academia Española de la Lengua no ofrece una explicación sobre la frase, esta se le atribuye a una expresión política proveniente de los escritos del líder del comunismo Karl Marx mientras otras versiones dicen que el autor fue el líder comunista Vladimir Lenin.
No importa quien haya sido el autor. La frase se usa para describir principalmente a los que sirven para describir a que sirve de instrumento a grupos o causas políticas, usas de la “extrema izquierda, progresistas, liberales, socialista o simplemente el comunismo”..
Los “tontos útiles”, habitan en todas partes y están en todos los lugares, se encuentran en todos los sectores de la sociedad. Se hacen pasar por defensores de la democracia, de la justicia y del bienestar del pueblo, cuando en realidad son embajadores de la izquierda, mientras no se sientan perjudicados, entonces cambian de color rápidamente argumentando que se equivocaron.
Por general los “tontos útiles” son seres frustrados y envidiosos, que al no poder lograr una meta especifica, se dejan arrastrar por sentimientos que los conducen a convertirse en agentes incondicionales de casi siempre causas que buscan terminar con todas las libertades de las que actualmente disfrutamos.
Los “tontos útiles” no necesariamente tienen que ser personas de poca escolaridad, o baja esfera social, los hay con títulos universitarios, intelectuales, personas exitosa, profesionales y hasta “ingenuos” que se convierten en “tontos útiles”.
Con el advenimiento de la tecnología moderna, los medios de comunicación que ofrecen programas de micrófonos abiertos, donde cualquier participante puede expresar su opinión, no es de extrañarnos, que los “tontos útiles” se hayan dado a la tarea de inundar las ondas radiales, los programas de televisión y las redes sociales, con su retórica.
Repiten ideas, frases y consignas, como si estuvieran leyendo un libreto, todos tienen la misma opinión, y tratan de convertirse en los abanderados de la justica, defensores de la democracia, cuando en realidad lo que están defendiendo precisamente son los sistemas totalitarios injustos.
Para los “tontos útiles” no hay límites de tiempo, su misión consiste en estar en todas partes, participar en todas las manifestaciones, llamar la atención a toda costa, abusan de la primera enmienda y lo peor es en muchos casos proceden de países donde no se respetan los derechos humanos, y no existe la libertad de expresión.
Los “tontos útiles” enfocan toda su energía, en criticar y estar en contra, del sistema democrático de Estados Unidos, que les proporciona la libertad que tanto critican. En sus manifestaciones públicas, no se les escucha, ninguna critica a los políticos o gobiernos de la extrema izquierda.
Los cierto es que donde hay “tontos útiles” también hay listos que se aprovechan para adelantar sus agendas para beneficio propios, haciéndose pasar por “tontos útiles”
Mirta Luaces
Editora
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