Un reporte del gran jurado, sobre los 300 sacerdotes de la diócesis de Pensilvania, reveló que por lo menos 14 de los sacerdotes implicados en la acusación de abuso sexual a menores, han tenido o tienen vínculos con la Florida.
El reporte reveló que los sacerdotes abusaron de más de 1,000 niños desde los años 50.
Uno de los sacerdotes nombrado en el reporte, Thomas J. Benestad, vive en Boca Raton. Una víctima quien dijo, que fue abusado por el sacerdote por un periodo de dos años desde que tenía 9 años de edad en la década de los 80, la víctima en el 2011 reportó el abuso a la diócesis de Allentown.
Benestad negó las acusaciones hechas en su contra.