La embajada de Estados Unidos en La Habana, que ha operado bajo el estatus de orden de partida, desde el 29 de septiembre 2017, debido a los ataques que afectaron la salud del personal de la embajada de Estados Unidos, ha llegado el 4 de marzo, al tiempo máximo permitido para continuar con este estatus.
El lunes, 5 de marzo, un nuevo plan para la dotación del personal entrará en efecto. La embajada continuará operando con un mínimo de personal necesario para llevar a cabo funciones diplomáticas y consulares esenciales, similar al nivel de emergencia que realizó el personal durante el estatus de orden de partida. La embajada operará como un puesto sin acompañantes, definido como un puesto en que no se les permite residir a los miembros de la familia.
Todavía no tenemos una respuesta definitiva sobre la fuente que causó los ataques, y la investigación en cuanto a los ataques continúa. La salud, seguridad y el bienestar del personal del gobierno estadounidense y los miembros de sus familias son de suma importancia para el Secretario de Estado Tillerson, y constituyeron la clave en la decisión de reducir el número de personal asignado a la embajada en La Habana.